Esta vez parte del equipo de Yo Soy Puebla decidió explorar el norte del estado de Puebla, para ser específicos Piedras Encimadas (parque ecoturístico). Todo empezó a las 6 am cuando estábamos listos para salir de nuestros respectivos hogares después de un viaje expreso a Jonotla y un regreso de madrugada el día anterior, para así dirigirnos al punto de encuentro, donde nos abasteceríamos de mejores alimentos respecto al viaje a Cuetzalan (esta vez habia cervezas, carnes, papas, tortillas y refrescos).
La ruta que seguimos fue primero salir de la ciudad de Puebla por la carretera con dirección a Santa Ana en el vecino estado de Tlaxcala por la central de abastos de la ciudad de Puebla, de ahí seguimos hasta Tlaxcala, luego Apizaco, en donde por cierto sufrimos un ligero embotellamiento en la salida a Tlaxco, una vez llegando a Tlaxco decidimos agarrar la autopista de cuota que nos llevaba hasta antes de Zacatlán, pero al acercarnos a la caseta de cobro nos encontramos con una fila de automóviles esperando que parecía no tener fin. Por lo que decidimos regresarnos hasta Tlaxco y tomar la federal a Chignahuapan.
Una vez en Chignahuapan nos encontramos con un mercado de esferas navideñas y visitamos la estatua del famoso comediante conocido como Capulina para después salir por la federal a Zacatlán. Tomamos las desviaciones correctas y ya estábamos llegando a Piedras Encimadas, todo el camino fue algo completamente entretenido, lleno de mucho vegetación y con un fresco en el ambiente.
Al llegar a Piedras Encimadas nos instalamos en el área de camping del parque. Compramos un poco de leña para la fogata y pues no éramos los únicos en el lugar. Había visitantes de otros estados de la republica con los cuales convivimos por la noche en el momento de la fogata, después de la cena.
La noche fue fría y se sentía cuando uno se alejaba de la fogata, dormimos en una casa de campaña que no ayudo a resguardarnos de la temperatura de -1º C, pero eso no evitó que su servidor se despertara antes de las 7am para ver el amanecer y poder capturar algunas imágenes del parque. En el transcurso de la mañana exploramos, escalamos, caminamos, nos mojamos y descansamos a la sombra de un arbusto junto al riachuelo. Ya por la tarde decidimos emprender el camino a la ciudad de Puebla con una cantidad increíble de automóviles por delante, embotellamientos y problemas de carretera comunes cuando es final de un puente vacacional, todo eso no sin antes hacer escala en Zacatlán, donde comimos muy bien y vivimos otra experiencia, pero esa es otra historia.