Estas son las cosas que los poblanos vemos normal, porque ya nos acostumbramos, lo vemos diario, pero los turistas que vienen por primera vez quizás no lo entiendan.
– El poblano nunca tiene frío: Puede hacer un chingo de frío o haber mucha lluvia y el poblano no recurre a las chamarras o pantalones gruesos, un fenómeno que puedes notar mucho más en invierno, cuando ves desfilar en los antros, centros comerciales o el zócalo, las faldas, shorts y camisas desabotonadas sin la presencia de chamarras. Esto solo pasa en Puebla, y el mejor ejemplo es el buen poeta Leo del zócalo que nunca deja ese fresco outfit aunque nos encontremos grados bajo cero.
(El famosísimo Leo del centro de Puebla, foto de instagram de @mark_pereza)
– Todos son historiadores en los Fuertes: La zona cívica de los Fuertes es un buen motivo para presumirle a tus visitas las hazañas de la batalla del 5 de Mayo, es aquí donde todos los poblanos se convierten en historiadores «experimentados», intentando contar una de las dos versiones más famosas sobre el acontecimiento: Unos te dirán que fue una gran victoria de México y un gran orgullo de los poblanos y otros te dirán que se ganó la batalla y que madrearon al ejército mexicano al otro día. Para no entrar en detalles solo diré que es importante investigar mucho para poder dar con la verdad histórica, ustedes tienen la última palabra.
– La comida sin un toque de grasa y salsa no es comida: Un buen poblano sabe que la cocina poblana es reconocida internacionalmente y que platillos como las chalupas, el mole, el chile en nogada, los tacos árabes, las memelas, los molotes, las pelonas, las cemitas, el pipián, los tlayoyos y muchos más deben llevar su toque de grasa, algo que los turistas no siempre entienden hasta que los prueban, al final de cuentas grasoso pero sabroso.
– La fiesta se arma todos los días: ¡Y no es exageración! En una ciudad con una cantidad increíble de universidades con gente joven abundan los bares y antros que abren casi todos los días y a toda hora, motivo suficiente para divertirse luego de una larga jornada de clases o trabajo. Sin temor a equivocarme esta es una de las razones por las que los turistas terminan regresando por lo chulo de la ciudad y lo bueno que se ponen las celebraciones.
– Visitar Cholula te convierte en hipster: Llegar a este pueblo mágico en últimas fechas te hace sentir hispter puesto que gran parte del outfit que se maneja en las calles principales es la del bigote estilo revolucionario, lentes de pasta, bicicletas vintage, jeans ajustados y camisas o blusas multicolor en el caso de las chicas. Los negocios ocupan la palabra «ería» para construir sus nombres, por ejemplo: «La Mezcalería», «La Cervecería», «La Sandwichería», etc. con menú orgánico saludable y áreas pet friendly…algo que celebramos puesto que la gente es muy amable y los turistas lo agradecen.
– Que siempre haya calles cerradas: Puebla sin obras no sería Puebla…el problema es que nunca avisan cuando comienzan. Y es que como por obra de magia las obras aparecen como un oxxo nuevo, es decir de la nada, nosotros no estamos en contra del progreso pero la mayoría de poblanos desde que tenemos uso de razón las encontramos todos los días en cualquier lugar. Positivo o negativo es algo que un turista deberá tomar en cuenta en nuestra bella ciudad.
– ¿Misa o Antro? Si eres de los poblanos que acuden a una de las tantas iglesias que tenemos en todo el estado en Domingo y decides invitar a un turista a misa, se podrá dar cuenta que el poblano viste como si fuera al antro y es casi un hecho que te encontrarás a los amigos de la fiesta del día anterior. No importa que no haya boda, bautizo o algún evento especial.
– Que en la Sierra Norte y Sur los niños sean mejores guías que tu: Y es que puede llegar un experimentado turista tipo Indiana Jones que ha recorrido las más altas montañas, los ríos más peligrosos y que ha sido perseguido por leones hambrientos…habilidades que serán opacadas cuando un niño de la sierra le enseñe mejores técnicas para adentrarse entre las cascadas, ríos, cavernas y montañas de formas mucho más ingeniosas y que han desarrollado a lo largo de sus cortas vidas.
– Los volcanes son nuestros amigos: A pesar de vivir en una zona rodeada de volcanes y contar con uno de los volcanes más peligrosos del mundo (El Popocatépetl) son uno de los espectáculos violentos que todos los poblanos admiramos y a los que estamos acostumbrados, mientras que un turista brincará de miedo cuando vea una larga fumarola salir del cráter.
– En un día vivirás todas las estaciones del año: Vivir un día en Puebla por primera vez es vivir invierno, primavera, verano y otoño en un día, por la mañana puede hacer un frío del carajo, a medio día el Sol pegará con todo lo que tiene, por la tarde lloverá o granizará y en la noche probablemente el viento se hará presente, una combinación a la que todos los poblanos estamos acostumbrados pero un turista se quedará exclamando ¿Qué pedo?